Tuerto Rey - Poesía y alrededores

poesía, magia y alrededores /
de la literatura universal

Etty Hillesum
/ Diario

“Yo miro a tu mundo cara a cara, Dios, y no huyo de la realidad para refugiarme en los sueños; quiero decir que junto a la realidad más atroz hay lugar para sueños hermosos, y continúo alabando a tu creación, a pesar de todo”. 
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“Mi vida es en realidad un escucharme a mí misma continuo, un escuchar a los demás y a Dios. Y cuando digo que yo me escucho, entonces es en realidad Dios el que escucha en mí. Lo más esencial y lo más profundo de mí, escuchando lo más esencial y lo más profundo en el otro. De Dios a Dios”.
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“Realmente no veo otra solución que girar hacia adentro y  erradicar toda la podredumbre allí. Ya no creo que podamos cambiar nada en el mundo hasta que primero nos cambiemos a nosotros mismos. Y esa me parece es la única lección que se puede aprender”.
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“En última instancia, tenemos un solo deber moral: reclamar grandes áreas de paz en nosotros mismos, más y más paz, y reflejarla hacia los demás. Y cuando más paz haya en nosotros, más paz habrá en nuestro mundo problemático”.
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“Dentro de mí hay un pozo muy profundo. Y ahí dentro está Dios. A veces me es accesible. Pero a menudo hay piedras y escombros taponando ese pozo y entonces Dios está enterrado. Hay que desenterrarlo de nuevo. Me imagino que hay gente que reza con los ojos dirigidos hacia arriba. Ellos buscan a Dios fuera de sí mismos. También hay otras personas que agachan la cabeza profundamente y que la esconden entre sus manos, creo que esa gente busca a Dios dentro de sí misma”. (26 de agosto  de 1941)

Etty Hillesum

Etty Hillesum


Etty Hillesum (Países Bajos, 1914 - Auschwitz, Polonia, 1943) fue una joven de origen judío que escribió un diario entre los años 1941 y 1943, testimonia de su fin en el campo de concentración de Auschwitz, y su conversión. Considerado de gran valor espiritual y humano, ha sido traducido a varios idiomas. Los diarios de Etty fueron publicados por primera vez en 1981, 38 años después de su muerte. Años después se sumaron las cartas escritas en el campo de Westerbork.