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Fernando G. Toledo
/ Poemas de "Plano secuencia. AntologÃa 1998-2018"
de Diapasón (2002)
Corrección
Acabo de llegar a casa
Pero nadie lo advierte
Han pasado siete minutos
Y quiero volver sobre mis pasos
Atravesar la languidez del día que se apaga
Encontrar entre mis huellas el camino
Por donde regresar del miedo.
Plano secuencia
La entrada de un ritmo en la noche
Cuando sus tendones se tejían
Sobre una manta salpicada de lámparas
La entrada de una música
Cierta cosa inyectada en lo parejo
Y la instauración de una simbiosis que se alargue
Hasta que el planteo infinito de la cadencia
Vuelque su peso sobre esta piedra gravitatoria
Mientras un coche pasa una lluvia se desprende
Un cuerpo se desnuda y rescata su forma.
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de Plano secuencia (2006)
Historia corregida
Un tren de madera por caso Un tren
Que fuera el obsequio de cumpleaños
Más antiguo encerrado en tu memoria
/Aquella mañana de invierno en casa
De tu abuela junto a la chimenea/
¿Cuántos objetos así necesarios
Que quién sabe por qué no has escogido
Acabaron en el exilio impuro
De tu historia corregida por dentro?
Trenes que pasaron sin detenerse
Astillas que no rozaron la piel
Tanto olvido junto así necesario
Juguetes perdidos y no llorados
Como unas velas extinguidas antes
De que las soplaras Este recuerdo
No es para ti Que los cumplas feliz
Tanto invierno en el espacio vacío
De lo que se escribe y lo que se borra
Aquella película de aventuras
La canción que te regalaba el agua
¿Pero los rostros que desaparecen?
¿Los nombres que faltan lo que ni sabes
Que viste y cuya ausencia te cincela?
Ahora tienes lo que nunca pediste
Una cicatriz de cuándo y heridas
Que esconden las pruebas de haber herido
El piso amarillo de aquel hogar
Tanto frío en lo que siempre perdiste
Y otro poema y una calavera
Para la suerte de ser o no ser.
Acto reflejo
Cuando se oye sonar la propia música
En un lugar ajeno y no hay espejos
Que confirmen la supuesta presencia
En este cuarto de poema y fiebre
Cuando una letra cierra la palabra
Y sólo sigue un largo espacio en blanco
Cuando el tiempo es la secuencia del caos
Cuando todo es deuda y sólo resta
Conservar el doble punto de apoyo
Que este suelo concede indiferente
Cuando la noche es un acto reflejo
Vuelvo a escribir ¿Para mí? ¿Para un otro?
Nadie lo sabe: igual vuelvo a escribir
Hasta escarbar Hasta desenterrar.
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de Viajero inmóvil (2009)
3
Los que esperan no tienen compañía
Mi habitación es una foto vieja
Que cuelga sobre el muro de la tarde
Y aunque la luz se apagara
La sombra que proyecto sobre el suelo
Quedaría impresa como una huella
Pero la sombra es también un color
La espera no se comparte
Y la mía fue engendrada en la quietud
Que atraviesa como un sol la ventana
Nada puede resolver
El espacio entre un cuerpo que está adentro
Y un cuerpo que transita por afuera
Por eso avanzo Por eso estoy quieto
Y es por eso que me quedo
:
Para viajar hay que perderlo todo.
14
Recuerdo lo que dijiste esa noche:
«Empiezo a temblar cuando no te oigo»
Tengo que beberme todo el silencio
Igual a un mudo mar que nos separa
Y darte palabras como una manta
Aunque sea difícil discernir
El límite entre el calor y el frío
Y yo compruebe que te estoy buscando
Como a una tierra que nadie conoce
También ahora es de noche También
Están todas las luces apagadas
Los cuartos de la casa son un túnel
Por el que un tren extraviado me lleva
Siempre a la estación que he dejado atrás
¿Podré entonces cruzarte en el pasillo?
¿Subirás de pronto? ¿Vas a sentarte
Junto a mí y procurarte algún abrigo?
Te busco como un ojo ciego busca
Lo oscuro El tiempo no puede importarme
Porque el tiempo no transcurre en lo quieto
Y te persigo y por eso no avanzo
¿Debo creerte? ¿Temblabas? ¿Sabías
Que todo lo que callé está guardado?
¿Que lo que no dije era sólo el viento
Y esa noche y tu modo de mirarme?
Debo beberme con sed el silencio
Debo darte una manta de palabras
Debo andar Debo buscarte Escribir:
Debo perderte esta noche de nuevo.
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de Mortal en la noche (2013)
Gesto en el universo
La abundancia sideral del mundo allá afuera
No parece bastarme por sí misma: busco
Entre toda esa madeja algo que volcar
En un poema. Pero un perro se hace oír a lo lejos,
Resolviendo antes que yo sus asuntos,
Y pienso en esto que ahora
Voy a poner por escrito:
Un ladrido como un acto reflejo
Contra algo que se mueve en la noche.
Juego real
Juega a ser la princesa
De un palacio de plástico y cartón.
Nada más le hace falta.
Hasta que su juego termine habrá
Un poco más de luz entre nosotros
Y el planeta brillará como un reino
Que en nada se parece
Al que despierta cuando
Se quita la corona.
Para Luz Almudena
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Inéditos
Carne desgarrada entre los árboles
Sigue siendo difícil de creer,
O, más bien, de aceptarlo. A la sombra
Intrusa de su casa entre los árboles
La visión de los pájaros
(Ajenos a la hipnosis de sus plumas)
Lo ha arrastrado hasta allí
Con cierto catalejo bien dispuesto
Para el deslumbramiento de lo bello.
Pero hay una sorpresa ensangrentada
Detrás de los colores, una carne
Rasgada por la furia sin preguntas
De un día como otro, con dos aves
Que luchan en el aire
Justo cuando un poeta está mirando
Mientras piensa en la lírica, en el ritmo
Y en las gotas de sangre que salpican
Cada vez que se mira detrás de lo aparente.
para Santiago Sylvester
Olivier Messiaen escucha a los pájaros
El abultado pasado sonoro
Que aún persiste le parece ahora
Una sola armonía igualadora
De silencios que se callan a coro.
Ya no basta la partitura humana
Y, a cambio, el aire porta una liturgia
De cristal que los pájaros pronuncian
En medio de la guerra inacabada.
El día fluye en un juego incesante
Y de los árboles cae una ofrenda
Que el músico duplica en su instrumento
Terrestre. Hay prisión y hay muerte y hay hambre
Y se escucha desde una oscura celda
El cuarteto para el fin de los tiempos.
Anochecer
Sucede que nunca has sentido en tus ojos abiertos
La carga de la oscuridad, por eso es que tampoco
Te ha rozado el miedo. Podrías intentarlo: correr las cortinas,
Probar el extraño aire de la luz ausente,
Sentir por primera vez que el corazón quiere huir
Pero sin ver el camino que tus pies están pisando.
¿Notaste cuánto pesa el color negro? Así será
Todo pronto. Ya el ciclo está cumplido.
Ya es tiempo del eclipse de seis soles.
Apenas hemos alcanzado a predecirlo,
Descubrir que llegaría, al fin, la ceguera,
Y ahora entenderemos lo más importante:
Si era mejor saberlo o acaso convenía
Seguir el camino del pasado, dejar que la primera sombra
Engullera al último sol y luego el planeta
Girara sin eje y se desangrase en un viejo fermento
Hirviente de noche, de locura, de fuego
Y de estrellas desesperadas.
a Isaac Asimov
Fernando G. Toledo