José Luis Frasinetti
/ Poemas de "De sol a sol"

III

si llega la creciente
inundará los cuartos
los sueños serán parte de la herencia
que dejamos al agua

clausuraremos la tarde
para habitar la noche
que nos queda
guardamos en baúles
el secreto
las cartas
los poemas nunca escritos

madre se ha puesto vieja
de pensarnos
mientras el río crece
mientras padre encajona
la tristeza
y afuera llueve
un rito de vecinos
que se van
con los muebles y el silencio
que vienen
a morirnos los enojos

madre ha bordado un sol
para mi vida
y si padre regresa
con palomas
podré decirle al río mi vertiente

esas cosas
que dicen los poetas

IV

hay una hora
de la tarde
en que los primos no se cansan
de vagar por el mundo

la sombra de un biguá
cruza el pantano
y el perfume del barro
burbujeante
preludia otras tormentas

algo de ayer acampa
en el orden
más quieto de los charcos

y los primos
se miran hacia adentro
sueñan y nombran
la comarca más viva
del verano

mientras acá
mi niño los espera
silbando entre flamencos
de la vida
mientras la vida pasa

II

tía que espolvorea cuentos y leyendas
nos sueña desde el fondo de los sueños

los ojos verdes de mirar el monte
sostienen la firmeza de su rito

estira en masa el fuego por el campo
estira masa el resplandor el aire
dobla y estira y dobla
y mientras llueve harina sobre el mundo
los primos ya regresan
con sus jaulas vacías bajo el sol

hay que encender el horno
dice tía
y un resplandor de astillas
inventa el fuego joven
en los otros

tararea al asombro
una canción toscana
mientras tornea en masa
sus secretos

el aire horneado del calor del mundo
la dejan sola por la puerta humeante
mientras camino hacia el corral
y el sol se tuesta
entre tonadas viejas

(De Memorial de cenizas)

IX

vengo del monte
con los cuzcos
olfateando
la tempestad del mundo

el aire huele a hierba lloviznada
y le digo a mis pies
que van despacio
el olor del tomillo
la distancia

desde el horno de barro
el humo azula la humedad del aire

tía juntó unos huevos
y unas ramitas secas
para encender el fuego crepitante

cuando me sienta solo
traeré el perfume de la hierba fresca
para sahumar las líneas del poema
para sentir aquello que callamos