Tuerto Rey - Poesía y alrededores

poesía, magia y alrededores /
de la literatura universal

Carol Hughes
/ Regreso

 



Una mañana de marzo
y un esperado reencuentro,
nosotros allí reunidos
abrazados por recuerdos,
emociones
y nostalgia.
Las bandurrias agoreras
y los pinos muy añosos
fueron testigos distantes
del brillo de nuestros ojos
posados en esa tumba
ya vacía,                      
despojada.
Recorrimos  el camino…           
un cortejo emocionado escoltó a nuestros abuelos
en su regreso al hogar,
a su última morada.
Nos dieron la bienvenida
la tranquera junto al sauce,
el camino muy agreste,
la bella alameda aún verde en el final del verano,
Gwyndy la casa de piedra blanca,
los corrales, el molino,
los gritos de algunos teros,
el vaivén de los coirones,
el mallín y las lomadas.
Allí
donde se gestaron nuestras raíces y herencia
nos unimos en la nueva despedida.
Y miramos hacia atrás
regresamos a otro tiempo
a la época dorada de la niñez compartida,
añoramos la presencia
de nuestros padres y abuelos
que se volvieron ausencia                
y  hoy  descansan en su hogar      
albergados por coirones,
por el viento,  por su tierra.
Todo tiene su tiempo- Eclesiastés
las palabras elegidas,
un homenaje sentido  en  galés y castellano.
Y nos fuimos del lugar  
cada cual por su camino
con el alma enriquecida,
de regreso a nuestras vidas.
Todo tiene su tiempo…
Taid y nain ya descansan
en  esa tierra querida.   
    

Carol Hughes

Carol Hughes

Carol Hughes nació en Esquel, Chubut, Argentina, el 25 de agosto de 1961 y se define así: “Mi ascendencia es casi puramente galesa, con algo de sangre escocesa e irlandesa. Pasé mi primera infancia en el campo, en contacto con abuelos y una familia paterna numerosa. Mi  primera lengua fue el galés.Teníamos costumbres arraigadas a pesar de ser yo de la tercera generación en Argentina. En los veranos íbamos al valle del río Chubut, en la costa, allí nos poníamos en contacto con integrantes de mi familia materna, también con costumbres galesas. Mi infancia transcurrió entre el campo y Esquel, donde cursé mis estudios hasta recibirme de Profesora para la enseñanza primaria. Desde que tengo memoria quise ser docente. La docencia me trajo a El Maitén, lugar en el que formé mi familia y ejercí mi profesión durante 32 años. Un pueblo pequeño que es mi lugar en el mundo, donde encuentro la tranquilidad que necesito para sentirme bien. Ahora, jubilada y en una etapa en la que mis cuatro hijos viven lejos de casa, tengo mi jardín, tejo, leo, siempre estoy ocupada. Escribo en momentos significativos. Cuando falleció mi abuela. Cuando trasladaron los restos de mis abuelos. Simple, sencillo. Desde los sentimientos que afloran acompañados por la nostalgia de épocas vividas junto a mis seres queridos con quienes compartí el concurrir a la capilla, los eventos familiares y los de la colectividad galesa, allá lejos en el tiempo. Mención especial merece mi compañero de toda la vida, amigo y sostén, Marcelo”.