Tuerto Rey - Poesía y alrededores

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Leandro López
/ Poemas de "Mitología de la noche"

I


Que se disipe mi sombra entre los cuernos de la apatía
sagrada renuncia aullar aullar aullar
por toda respuesta un lento y azul campanazo
en mi vientre caben los juncos y su pantano
círculo de moscas mareo y descender
dioses de uñas mugrientas trabajan una pierna de luna
replegados en el incesto de flujos paradoja
ensimismada embriaguez abre un arco de fuego
bestias adivinan su comunión con las larvas de ceniza
olor a amapolas que no sabe ser otro puentes aéreos y rocío
viento demorado en un borde en el margen
donde yazgo y espero roto entre los garfios de la apatía.

 

VIII


Las paredes siempre tienen puertas la más temible inconexión
los árboles gimen en sus raíces que aletean
los colores rebasan el molde de las cosas
y angustia infinita de desvío hacia la sílaba que quema
victoria y derrota expiación de inocencia de hierba.

El rostro neblinoso y amenazante en el espejo
¿quién es a qué fuerza responde?
la voz que se clava como un símbolo omnipotente dominio y descenso
terror del loco ante lo incomunicable
¿qué pensarían de la línea que se fuga hasta desaparecer?
y el tiempo se estira prisión de aire y sofocar
¿quién traerá para fuego el trigo malogrado?
tantas noches de temblor manos sudorosas
tantos versos gangrena y sufrir para nadie
para plantar una desteñida bandera reafirmación de hegemonía sin centro.

Chispas en el crujir de las vigas de la conciencia
estructura de rombos y trapecios fragilidad
de titiritero con el pulso de tempestades inconstantes
pájaros que se roban ideas y estallan
siento que mi ser llueve y en cada gota
que calles que desembocan en plantas puntiagudas
porque la respuesta es un coral bermejo sequía que no merece la sed
déjame en el altar donde se desangró el último mito
porque mi búsqueda juega a los dados con los abismos
y soy voluble viento calma cañaveral
sólo el espejo y la voz y la distorsión
y la angustia el ojo en esa moneda de tres vértices.

¿Quién tomará la azada y ensayará un silbido
mientras el pozo crece desmesura de vasija de polen?
el loco contempla las uñas del mar que se retira
que intenta un caballo rojo del naufragio
tal vez un barco remonte la soledad y diga
cipreses que mañana armonía tibieza lago
cielos que manchas y disipar y nada
tal vez haya un bulbo una hoja
en la meseta más virgen del corazón
un puño de raíces sin necesidad de lógica delirio incoherencia
margen silencio aislamiento sin noción de sí mismo.

Por ahora lluevo y el recomienzo el fin
es un animal desorientado inadvertido en la hierba
que fluir.

 

XIII


El reverso de la luz no es la sombra
es la Ausencia
con ángeles barbudos que escoltan el broncíneo Río del Néctar
con vicios como bujías exhaustas no obstante anclas que remueven garabatos
inconclusos fósforo intenso
con himnos coreados en los puertos solitarios bajo cárdenos crepúsculos
con fe en el abecedario que remolino de alondras hacia el Vasto Disolver
Ausencia
¿de qué metal extraer una justificación
párpados que se abren al olor del otoño en los descampados?
Ausencia
¿cuál la hora exacta para apuñalar el cuerpo de fuente del mundo insatisfecho
rojizos fetos que aúllan entre dos albas cartones descoloridos?
Ausencia
¿cuándo soltar amarras y permitir una botella de vino
afuera el habla que no dice adentro el balanceo de los Nombres Primeros?
Ausencia
¿dónde suspender las insignias de las modestas victorias inadvertidas
esfinges mediocres empaladas pradera que sube a las Fecundas Ciénagas del Olvido?
Ausencia
¿es la Muerte tu catedral donde se avivan
las subterráneas ráfagas las Silenciosas Maquinarias de las Estaciones Etéreas?
¿se fraguan bajo tus golpes los escudos invictos de lejanía
para siempre mercurio en la corona de los dioses?
Ausencia
¿es la Muerte tu colmena hospedaje de incienso
el sol azul que bosqueja su archipiélago parda hojarasca al límite?
¿se entrelazan en tu imposible las nubes estáticas con el humo de los bares
desgajar de las horas que corromper la procesión de lo mínimo?
Ausencia
¿es la Muerte tu teatro dionisíaco cántaro de abundancia
donde hierve la espuma epiléptica de las eras?
¿se expanden a través de tus anguilas y vibrar
los Dogmas Fundacionales por los que irradia y declina el Todo?
Ausencia
reverso del Ajedrez partida para siempre entablada
llévate esta cáscara de pan húmeda de naufragios
esta larva detenida en su sueño esquivo
este cartílago desgastado que ya
este nervio como violín inestable melodía y caos
este cuervo finalmente este cuervo
que picotea el cráneo de tierra y fuego
cuervo borroso
Ausencia.

Leandro López

Leandro López

Leandro López nació en 1978, en La Plata, Argentina, donde reside. Es poeta y Profesor en Lengua y Literatura por la UNLP. Corrector literario. Obtuvo la Diplomatura Internacional para Correctores de Textos. Publicó Hoja de Sudestada N° 288 (2000); Caídas sobre caídas (Sudestada, 2001); Postales anacrónicas (Hespérides, 2007) y El reino paralelo (El mono armado, 2013). Estos textos pertenecen a su libro reciente Mitología de la noche (Editorial Detodoslosmares, 2018).
En el prólogo del mismo, el escritor y académico Adrián Ferrero ha escrito: "Si todo yo lírico aspira a dirigirse a un tú, es decir, su alteridad, este libro lo logra. La construye desde el vacío hacia la plenitud, que puede premonitoriamente advertirse."