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Jorge R. G. Sagastume
/ Poemas


El abuelo
deja que su nieta descanse
la cabecita sobre su hombro
siente el cariño de la niña,
y piensa en el amor.
Cree que, posiblemente,
un criatura brinda lo que jamás
ningún adulto podrá.
Y se dice: quizá el amor no sea
para los adultos.


El abuelo
medita en cuanto a la escritura.
Siempre haces todo al revés –
se dice.
En lugar de ir de lo barroco
a lo simple
comienzas por la simple
y secreta complejidad.
Quizá sea porque
siempre has hecho
de tu vida
algo barroco
y ahora le toca
el turno
a la simpleza.


El abuelo
conversa con su nieta
como lo hace un niño con otro –
y nota que ella, en parte, lo entiende
pero él sólo muy en parte
comprende lo que ella dice.
El abuelo ha perdido
la habilidad de entender
el lenguaje en su forma más básica
y concluye que crecer – quizá –
es sinónimo de
perder el entendimiento. 


El abuelo
le da de comer a su nieta
y observa su reacción:
sonríe con todo su ser.
El alimento es la dínamo
de la vida – piensa.
El abuelo se complace
en la felicidad de su nieta:
esa felicidad es el pábulo
que la niña le ofrece a él.
¿Qué tipo de alimento utilizamos
para nutrirnos y nutrir a otros?
¿Será esa la clave para una vida
saludable y estable?
Pero en la vida todo es retribución
por tanto, no sólo debemos escoger
el alimento
sino también a quién elegimos
alimentar
y de quién
alimentarnos.


El abuelo
mira a su nieta que crece y se desarrolla:
ya se sienta sola,
ya es todo un ser.
La palabra castellana antigua de ser
es seer, del latín sedÄ“re: sentarse.
La primera señal de independencia
en todo ser reside en la habilidad
de mantenerse sentado sin ayuda.
Esa es la primera manifestación
de control propio.
¿Ser, entonces, es saber
controlarse?
 

El abuelo
le lee a su nieta
un libro de cuentos
y piensa en Stevens:
‘Los autores son actores;
los libros son teatros’.
Y decide enseñarle a su nieta que
la realidad es una película
de Hollywood.
 

El abuelo
va con su nieta a un manzanal.
La niña observa los árboles
cargados de frutos
y trata de coger una manzana.
Ni bien toca la fruta ésta cae al suelo.
El abuelo explica que, según Newton,
la manzana cae a causa de la fuerza de gravedad.
La niña mira extrañada y responde:
Newton tiene que estar equivocado; la manzana
se cayó porque yo la toqué.
El abuelo comprende que los adultos
siempre lo complican todo.
 

El abuelo
Se va de viaje
por una semana,
y al regresar su nieta
enfadada
le dice:
‘la próxima vez
que te vayas en avión
espérame’.
El abuelo reflexiona:
siempre te esperaré
eres tú la que en su afán
de crecer rápidamente
no podrá esperar –
hasta que tengas
mi edad.
 

El abuelo
Lee en el periódico:
“El cometa Ison, procede
de la lejana nube de Oort,
región esférica en los confines
del sistema solar,
rica en cometas y asteroides”.
Y su nieta dice:
“Parece no estar tan lejos –
¿vamos hasta Oort
abuelo?

 

 

Jorge R. G. Sagastume

Jorge R. G. Sagastume

Jorge R. G. Sagastume (Buenos Aires, 1963) es crítico literario y se especializa en el estudio de la narrativa Hispano Americana,
con un enfoque en la confluencia entre literatura y filosofía. Jorge es también traductor, sobre todo de poesía,
y en sus momentos de debilidad cree ser cuentista, y de vez en cuando poeta.
En la actualidad vive en cajas de zapatos dispersadas en diversos rincones de la tierra.