Eduardo Rezzano
/ Paradoja 5 y otros poemas

Paradoja 5

Digno hijo de su padre
burló a los custodios
y mató al presidente

El presidente ya muerto
en su discurso final
denunció conspiraciones

Fue sepultado con
honores pero
en el otro mundo
no acudieron a
la cita

“Enseguida volvemos
fuimos al entierro
del último dios

del que muere sin
dejar cuerpo”

En los campos de don Rosendo

En los campos de don Rosendo
abandonaron a Claretta

—la abandonaron en el campo
por no colmar las expectativas

“Chica hacendosa” dijo
y para cuidar la hacienda
la contrataron

Aprendió
a manejar el lazo
a capar y a marcar
con fierro caliente

Abandonaron a una muchacha
la que hoy roba coles
la que aúlla de noche
y degüella terneros

“Tiene hambre de varón”
dicen en el pueblo
y se preparan con perros
caballos y escopetas

Intermezzo lúdico

Puse mi ojo de vidrio
sobre la mesa y
pedí cartas
porque en mi casa
se apuesta duro

En la habitación contigua
los muebles se entregaban
a una interminable orgía

y dejaban oír sus bisagras
sus cajones abriéndose
y cerrándose

Pacto de silencio

Enceraron el parquet
con una cera medio rara
con olor a frutas
pero no me doy cuenta
a qué frutas

Quedó opaco aun
después de lustrado
—no quedó bien

Desde entonces se me
llena de hormigas
debajo de la cama
los pájaros abandonaron
sus nidos en la palta
el perro no ladra y
el cartero no dice
que lo va a matar
si lo muerde

Trasmallo

El puerto de Trasmallo
saluda la partida del
último barco cada vez

El río se ensancha
se angosta
y la luna brilla
sobre los sauces

Trasmallo es un pueblo
sin redes
donde todo pasa y
nada queda salvo
los sabores

Su muelle de madera
cruje bajo los saltos
de la enamorada
la que padece cada
abandono