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Aleyda Quevedo Rojas
/ Poemas

 

Voy a vestirme con
flores de filigrana y mi cabello dibujando un bosque…
Voy a llegar a ti hablando a las mismas piedras
que me escuchan desde hace noches.
Hay que destruir lo que amamos porque corta
lo intenso del silencio tuyo sobre el mío que corta, me corta.
Voy a salir a buscarte en la noche y cortarte la voz.

 

Del libro: Jardín de dagas, 2014

 

***


No es solo la luz que permanece luego de la lluvia
-Un parpadeo-
el olor a barro y tréboles verdes insistiendo
Entre ese parpadeo y la luz
he logrado ver un rostro hermoso
Hacía más de 20 años que no tenía esos ojos frente a los míos
Si ver llover  es tan sencillo
Si desear encontrarme con mi hermano
dependiera de la luz. 
 

Del libro inédito: Hay una oscuridad adentro, 2017

 

***

 

Raspar una hoja larga y verdísima de helecho
Rasparle el tiempo
y su danza constante con las uñas cuadradas
Quitarle el brillo y los diminutos pelitos que la arropa
Raspar sus formas irregulares,
fosforecidas y permanentes
Destruirle la belleza al silencio
Pasarle las uñas al tiempo
Pensando en que envejeces dulcemente.

 

Del libro inédito: Hay una oscuridad adentro, 2017

 

***

Ámbar

 

Enjambre de agua, eterna en su no huella. Duda líquida y abierta al fluir. Profunda inmersión del goce. Arriba o abajo, el lugar de los dos, aunque nada de eso importe ahora que tomamos el baño perfumándonos con esta resina. Entrar en tu cuerpo y encontrar el ámbar, un ejercicio de buceo sin el equipo adecuado. Da igual si estás arriba y yo abajo, o los dos suspendidos en el agua tibia y azulada de la tina pulida. Lisura de mi piel. Relieves en tu cuerpo. Flemas transparentes de un árbol sin nombre. Espuma que torna sinuosos dos cuerpos que no saben de dónde vinieron para encontrarse. Romero y pétalos perfumando el agua ya casi fría del vidrio molido que lo torna todo de un verde que erecta. Norte en tus pulmones y el sur queda debajo de mis axilas. Porcelana y fibra de vidrio, líquenes blancos y algo de aire alcalino que llega desde otra profundidad. Dos cuerpos secan al sol incalculables gotas. Los dos se miran sabiendo del fulgor del ámbar. Teoría y práctica furiosa de un hallazgo sobre la piel que saca humores gélidos del corazón.
 

Del libro: Ejercicios en aguas profundas, 2017

 

Aleyda Quevedo Rojas

Aleyda Quevedo Rojas

Aleyda Quevedo Rojas nació en Quito, Ecuador en 1972. Es poeta, periodista, ensayista literaria y gestora cultural. Ha publicado, entre otros libros: Cambio en los climas del corazón (1989, Quito), Algunas rosas verdes (1996, Quito y 2016, Guayaquil), Soy mi cuerpo (2006, Quito y 2016, Quito) y Jardín de dagas (2014, México, 2016, Toulon, edición castellano-francés, 2017, La Habana). Ha participado de distintas antologías dentro y fuera de su país y obtuvo entre otros el Premio Nacional de Poesía “Jorge Carrera Andrade”. Es coordinadora editorial del sello independiente Ediciones de la Línea Imaginaria; ha sido curadora de importantes antologías de poesía y colabora con la revista digital de artes y literatura Vallejo&Company.

Fotografía de Anaís Madrid