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Salvatore Quasimodo
/ Poemas

Tengo flores y de noche invito a los álamos
 


Mi sombra está sobre otra pared
de hospital. Tengo flores y de noche
invito a los álamos y a los plátanos del parque,
árboles de hojas caídas, no amarillas,
casi blancas. Las monjas irlandesas
no hablan nunca de muerte, parecen
movidas por el viento, ni se maravillan
de ser jóvenes y amables: un voto
que se libera en acerbas plegarias.
Me parece que soy un emigrante
que vela cubierto por sus mantas,
tranquilo, en el suelo. Acaso muero siempre.
Mas de buena gana escucho palabras de la vida
que nunca he comprendido, me demoro
en largas reflexiones. En verdad, no podré huir;
seré fiel a la vida y a la muerte
en cuerpo y en espíritu
en cualquier dirección prevista, visible.
A intervalos algo me salva,
ligero, un tiempo apacible,
la absurda diferencia que existe
entre la muerte y la ilusión
del corazón que late.

(Hospital de Sesto S.Giovanni, noviembre de 1965)


 
Ho fiori e di notte invito i pioppi
La mia ombra è su un altro muro / d’ospedale. Ho fiori e di notte / invito i pioppi e i platani del parco, / alberi di foglie cadute, non gialle, / quasi bianche. Le monache irlandesi / non parlano mai di morte, sembrano / mosse dal vento, non si meravigliano / di essere giovani e gentili: un voto / che si libera nelle preghiere aspre. / Mi sembra di essere un emigrante / che veglia chiuso nelle sue coperte, / tranquillo, per terra. Forse muoio sempre. / Ma ascolto volentieri le parolle della vita / che non ho mai inteso, mi fermo / su lunghe ipotesi. Certo non potró sfuggire; / sarò fedele a la vita e a la morte / nel corpo e nello spirito / in ogni direzione prevista, visibile. / A intervalli qualcosa mi supera / leggero, un tempo paziente, / l’assurda differenza che corre / tra la morte e l’illusione / del battere del cuore.

(Ospedale di Sesto S.Giovanni, novembre 1965).


La plegaria


Sé bueno, si quieres escuchar mi voz
y besa el umbral de tu casa.

Lleva dos lámparas, cálidas como el pecho de las
golondrinas,
y, hacia la noche, cuando tu rostro tenga la
penumbra del cielo,

abre la cancela de cristal de mi refugio azul
y, en silencio, arrímate a mí.

Te hablaré de mis sueños, que he dejado sobre
los escalones,
detrás de las puertas cerradas y desconocidas,
de los sueños brotados de los jardines pobres,
sin cantos, en medio de las cicutas.

Luego, calla y regresa: la música que duerme bajo
las mimosas
se despertará para ti, que has besado el umbral de
tu casa.



La preghiera
Diventa buono, se vuoi ascoltare la mia voce,/e bacia la soglia della tua casa.//Porta due lampade, calde come il petto delle rondini,/e, verso sera, quando il tuo viso avrà la penombra del cielo//apri il cancello di vetro del mio rifugio azzurro,/e, in silenzio, accostati a me.//Ti dirò dei miei sogni lasciati sopra gli scalini,/dietro le porte chiuse e sconosciute,/dei sogni sbocciati in poveri giardini,/senza canti, in mezzo a le cicute.//Poi, taci e ritorna: la musica che dorme sotto le mimose/si sveglierà per te, che hai baciato la soglia della tua casa.

Salvatore Quasimodo

Salvatore Quasimodo

Salvatore Quasimodo (Módica, Italia, 1901-Amalfi, Italia, 1968), perteneció al movimiento italiano de poesía hermética. Algunos de sus libros son Dar y tener y La tierra incomparable. Recibió numerosas distinciones, entre ellas, el Premio Nobel de Literatura en 1959.
Para recorrer su obra: http://www.salvatore-quasimodo.it/

Estos poemas, traducidos por Antonio Colinas, pertenecen a una selección de Minerva Margarita Villarreal, publicada en El Oro de los Tigres V, Universidad de Nuevo León, México, 2015.