Tuerto Rey - Poesía y alrededores

poesía, magia y alrededores /
de la literatura universal

Ana Cecilia Prenz Kopušar
/ Souvenir

 

Souvenir

 

A Laura le gustaba escribir y a mí me gustaba leer lo que ella escribía. Era la hija mayor de una familia numerosa. Cuatro hermanas, dos hermanos y los padres. Era de Sarajevo y pertenecía a una familia judía. Judía sefardí. Le gustaba su cultura. La estudiaba y trataba de transmitirla a los más cercanos. Cada tanto le reprochaba a la madre España el olvido.

Me detenía en las palabras de sus textos teatrales escritos en judeoespañol y la hoja me absorbía. Nuevamente me reconocía y divertía. El español arcaico en el que interferían palabras serbias croatas bosnias. Se mezclaban y jugaban entre sí. Me devolvían mi universo. Aparecía alguna palabra turca. No la reconocía, pero me pertenecía. Porque todo estaba compenetrado. Estaba ahí, convivía.

Desde pequeña, muy pequeña, oí mencionar su nombre. En contextos universitarios, en conversaciones amenas y eruditas mi padre la nombraba. Era casi una reliquia que tenía guardada. Una curiosidad que pocos conocían. Quizás solo los del lugar, los especialistas. A mi padre le gustaba asombrar. Crear algún efecto con las palabras para que luego lo recordaran: Laura Papo Bohoreta. Este último era su seudónimo. Así los judíos sefardíes llamaban a la hija mayor de la familia y ella lo era. Sí, creaba efecto pronunciar su nombre. Pocos conocían la historia de los sefardíes de Bosnia, de Sarajevo, su cultura y todo lo que crearon sobre todo entre las dos guerras. Yo escuchaba y percibía en las palabras de Octavio la maravilla. Hablaba del djidjo y se exaltaba. Los ojos le brillaban y sonreía. Todo su cuerpo, no solo las palabras expresaban admiración frente a esa lengua. No buscaba lo exótico. De latinoamericano radicado en los Balcanes admiraba la presencia de una lengua a él tan cercana compenetrada con el habla local. Trataba de transmitir a los oyentes esa belleza, hacerlos participar. La narración se cargaba de más significado porque lo hacía como escritor, sus relatos parecían más fantásticos. Todo estudiante que se le cruzó por el camino –y que dominara varias lenguas– fue incentivado al estudio de aquella literatura. Algunos, o mejor dicho, algunas lo hicieron y escribieron lindos libros.

Ella vivió en ese pequeño espacio que es Sarajevo. Como escribe Dževad Karahasan, Sarajevo es una ciudad interior. La ciudad que ha acogido a los hombres de todas las religiones monoteístas, sus culturas, sus lenguas. Es un microcosmos, centro del mundo que, como todo centro según la enseñanza de los esotéricos, contiene a todo el mundo. En miniatura.

Laura tuvo la suerte de tenerlo todo allí, a su alcance. No padeció la fatiga del viaje.

Ana Cecilia Prenz Kopušar

Ana Cecilia Prenz Kopušar

Ana Cecilia Prenz Kopušar es una escritora y traductora argentina nacida en Serbia.
Este texto pertenece a su libro Cruzando el río en bicicleta (Libros de la talita dorada, 2015).

Más data sobre Cecilia y sobre el libro en:
http://www.librosdelatalitadorada.
blogspot.com.ar
/2015/01/ana-cecilia-prenz-kopusar-
cruzando-el.html

Imagen: Ana Cecilia Prenz Kopušar y José María Pallaoro en Lo de Pallaoro Espacio Cultural “La Poesía”, City Bell, La Plata, Argentina