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María Laura Fernández Berro
/ Sobre "Andalucía nueva Ignara"

Sobre Andalucía nueva Ignara de Griselda Gómez

 

“Nací el 1º de agosto en Villa María, provincia de Córdoba. Un río pasa a 100 metros de mi casa”.
“Iré a La Plata. Iré a tu orilla, Laura. Cuento los días por llegar. Detesto la ausencia de las cercanías. Voy con Cami, Kiara y Pachorra. Alivio de caretas. Cocino muy bien. ¡Me gusta el frío de los museos!”.

Griselda Gómez es periodista. Desde el año 86 se dedica a la investigación en el ámbito de Derechos Humanos. Desde el 97, trabaja en el diario La Mañana, de Córdoba.

Griselda Gómez es poeta. Publicó:
“Vigías en Sombras”, 1988
“Lloviéndome los Ojos”, 1993
“Condenados del Vacío”, 1998
“Náufragos de Palabras”, 2005
“Flores del Bien, 2008
“Andalucía Nueva Ignara”, 2013-07-01

Mail: “Yo en el diario vivo al borde. La vida es villana vil sagrada. En tu ciudad, ¿qué podré dejar más allá de la poesía?”

Mail: “Laura, recibí la ilustración de tapa que hizo Rocambole: es bella, cruel y muy fuerte”.

Leer “Andalucía…” es la experiencia de la irrupción desde lo más hondo. Su poesía no se guarda nada y lo que asombra es cómo en breves, veloces palabras, en una síntesis sintáctica inarticulada, poetiza, escribe, dice y lo dice en voz bien alta.
Belleza, denuncia, belleza, manejo del lenguaje, belleza, porque escribe la voz que asume, grita, canta, no renuncia nunca. “Porque nadie puede lo que calla”.

Desde el punto de vista de la estructura externa, “Andalucía…” conforma una trilogía.
En la primera parte: “Andalucía Nueva Ignara”, Griselda nos lleva de los pelos a recorrer la memoria hecha de infierno. También al paraíso, si existe.
Desde la primera persona singular, primero, y luego desde diversas voces, hasta llegar al plural, a un nosotras o ellas (primera y tercera personas del plural), Griselda busca, hurga, denuncia colectivamente.
Derrame de Historia que pluralmente va diciendo: “No me lo contaron, juntos lo buscamos”.
Con las palabras hace puentes, cruza, arma y desarma imágenes cargadas de significación. Y es tan fuerte y veloz su impulso lírico que desde la morfología los artículos desaparecen para dar lugar al sustantivo desnudo, al verbo ahí. Nada menos que sujeto y verbo en su obra apremiante de emoción y denuncia.
Ella corre, corre alocadamente por tiempo y espacio: están las calles, avenidas, árboles, personajes, plazas: “Vean los primeros poemas mordaces/ acorazados en la avenida hacia el Cardenal/ Tranvía Cautelar Teatro Bar”.
Y ella sosteniendo como escudo la palabra y un gabán gris, con forro de tafeta: “Después… desde el gabán gris pasaron algunas décadas/ no cambian los aromas/ ni el color de las palomas/ grises marrones y blancas/ uniformes. Corro ahora corro hacia viejas tipas/ negras y amarillas/ en copa y tronco/ caen de sed sobre los muros/ corro a sabiendas de esa sed…
Y ella sosteniendo como escudo la palabra y el gabán gris que envejece y desaparece hasta dejarla desnuda, a la intemperie.
Cada verso es fuerza, empuje, temor, rebelión: “No perdono a la patria demorada/ no quiero la cabeza desprovista/ corro corro/ subo puente de Paz/ y no hay paz ni muelle donde encallar”.
Su poesía es el pasaje por un paisaje laberíntico y es cámara rápida que muestra lo que esta espectadora-protagonista asume, vive, ve con todos los sentidos.
“Tengo autoridad suficiente, después de todo, después de tanto”:
“Por eso hablo/ digo que hablo pero escribo/ asistí a los primeros encuentros poéticos/ después del golpe golpe golpe/ ahí en la nuca en el cuello en los pies en el vientre en la vuelva el pene/ ahí dale más corriente un poco/ todavía no se va/ Dale”.

En la segunda parte de esta trilogía, “Vivir para encontrarlos”, se da un pasaje por las memorias culturales, crímenes, pasiones, iras.
Esta segunda parte es la carnadura de la autoafirmación a través del yo que nada calle.
Dice, esta vez, en voces, como la de Sonia Torres, homenaje a la única Madre de Plaza de Mayo-filial Córdoba, clamando por la criatura de su hija (páginas 57 a 65).
Sonia asume la voz colectiva que busca, denuncia, clama.
Ese yo lírico sin gabán que corre, recorre, socorre el dolor de la muerte genocida, fraticida, homicida. Conjunto alternado de voces en pro de la Memoria, la Verdad y la Justicia.

En la tercera parte, “Mantra Mem”, la voz que trama, que es Mantra Mem (memoria) y entreteje míticos relatos. Y aquí afirmo que Griselda Gómez es una valiente esgrimiendo la palabra con ritmo musical, pauseo, ritmo, fraseo: “Escribo porque nada me calla”. “No puedo negar lo que escribo”.
“Aquí estoy Mem en tu nombre/ en salmo en alto tu salto Mem/ Este silencio dolorido/ Este vapor de años en el paladar/ Este pálpito donde el silencio vuelve/ donde vuelve sin Mem”.

Mail: “¿Cómo anda todo por allí, Laura? Trabajo incansablemente en el diario, pero sobre todo en dos libros. El primero es una biografía de Sonia Torres que sigue activa, todo un emblema aquí. El otro, un poemario sobre Córdoba Docta Ignota que daré en llamar “Andalucía Nueva Ignara”, una poética algo autobiográfica trágica mordaz e irónica, junto a dos series de poemas más.
Sabrás, Laura, que esta “docta”, como la llaman a Córdoba así como dio la Reforma Universitaria y el Cordobaza, padeció desde su nacimiento la Sagrada Familia que he dado en llamar a esa avenida Sagrada Fastidia, consagrada a la prosapia ultracatólica, conservadora, pacata y mucho más, que ocupó con sus dobles apellidos a lo largo a lo ancho todas las instituciones, sobre todo en la Justicia provincial y federal… Esa Sagrada Familia fue cómplice de la dictadura… en fin, la docta ignota es más que un juego de palabras, por eso me pareció bueno llamar al libro “Andalucía Nueva Ignara”: en su fundación Córdoba fue Córdoba de la Nueva Andalucía”.

Otro Mail: “Mantra Mem son las iniciales de quien en parte fue mi formadora ideológica cuando allá, por mediados de los 80, empecé a trabajar como investigadora en Derechos Humanos”.

Otro Mail más: “Aquí estoy siempre, pero hace dos meses fui a Hidalgo, México, como integrante de la delegación argentina en el Quinto Encuentro Latinoamericano de Escritores en México, en el marco de La Semana de la Lectura. Había representantes de Nicaragua, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, El Salvador, Costa Rica, Estados Unidos, Argentina. En Tulancingo, las jornadas de lectura fueron en la plaza pública. Nos trasladaron a la sierra hidalguense donde marchamos por las calles y fuimos recibidos por cientos de pobladores, alumnos, bandas musicales, representantes de las comunidades aborígenes que nos dieron la bienvenida.
Al regreso de Griselda como representante de nuestro país, se presentó “Andalucía Nueva Ignara”, en la ciudad de Córdoba, recibiendo la autora el Beneplácito de parte del Concejo Deliberante de Córdoba.

Y otro Mail más: “Laura, me han salvado el poema y el humor, y jamás renunciaré a ellos. Soy una mariposa loca, a veces negra, a veces blanca… Me enojo muy seguido, con todos, conmigo, pero vuelvo a girar como canto rodado y hago rodar esa música en el poema que no alcanza, que no acaba. Estoy haciendo de todo. Y por momentos me gustaría flotar en el sol.
“La ciudad está gris de polvo”
“En diagonales, vuelan los tordos”
“Sigo con poemas clandestinos”
“No hay que agradecer lo que es mutuo y sucede”, me escribe.
“Aquí, sol radiante, viento, tierra”
“Corro, corro, lo sé, lo digo, lo vocifero”
 

María Laura Fernández Berro

María Laura Fernández Berro

En la foto, la autora y Griselda Gómez.
 
María Laura Fernández Berro nació en La Plata. Es narradora, ensayista, escritora, profesora de Letras, gestora cultural, traductora.
Por su novela La sangre derramada ganó el noveno concurso de novela "Aurora Venturini".
Publicó, entre otros libros El camino de las hormigas y Mujer que viene. Sobre su escritura, María Teresa Andruetto ha escrito: "La escritura
de Fernández Berro, sus ficciones, habitan en un borde impreciso entre la realidad y lo fantástico, más precisamente lo onírico, y
por momentos anidan en un erotismo incómodo que se sitúan también al borde de la perversión, de la tristeza".

Griselda Gómez vino desde Córdoba a La Plata a presentar su nuevo libro Andalucía Nueva Ignara,
libro que recibió el Beneplácito del Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba.
Este es el texto que María Laura leyó en el Museo Dardo Rocha el viernes 28 de junio para bienvenir
el libro, y  la amiga.