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MarÃa Apesteguia
/ El eterno retorno
El eterno retorno
Yo soy rueda, vos cuerpo y el presente la única realidad como un
espejo.
Todo está entre el aro y el eje que sostiene los rayos. El ritmo del
reloj ya se detuvo.
Cansado de girar el segundero dejó su marca clavada entre
círculos concéntricos.
Sobrevivir es arte y pasatiempo. Mirémonos ahora que no hay
tiempos y descubramos juntos cuánto pesa el presente que
tenemos.
No ruedes más, así descanso mi tiempo en tu silueta. Si retomas el
ritmo, me habré ido contigo y quien sabe cuántas veces el dolor se
partirá en mi cuerpo.
Prefiero la quietud, los estáticos rayos atascados a la
transparencia ambigua y traicionera del eje en movimiento.
Que los sueños se aten como hiedras que acarician los rayos de
tu cuerpo y se bañen de lluvias y rocío y se duerman desnudos al
sereno.
Rompimos la línea finita y el eterno retorno se hace nuestro.
MarÃa Apesteguia
Es escritora y profesora de Letras. Fundó el Grupo Literario Pergamino en los años ´70. Ha colaborado en diversas publicaciones colectivas en el país.
Escribió este poema, El eterno retorno, como un trabajo de a dos sobre un dibujo que realizó el poeta y pintor Abel Robino, también nacido en Pergamino que actualmente reside en París.
Imagen: “Fibra sobre papel de seda bodegas Vivanco. En él convergen estilos de dibujo clásico, dibujo industrial, dibujo de historieta, grafitis, e iconografías de tatuajes. Medidas 1,50 X 0, 90 - 2012”. Abel Robino.