Tuerto Rey - Poesía y alrededores

en el archipiélago /
textos de aquí

Andrés Szychowski
/ Casa Benoit

 


Saavedra
 

Desde el portón abierto del parque cerrado
observo que mis hermanos y mi padre
salen de la casa Benoit.
Ingresan al camino de tilos.
Se detienen abruptamente
a la altura de una suerte de entelequia. 
Entre ellos y yo
se interpuso un perro enorme
y furioso.
El perro se salva.


Gato negro gato blanco


El gato negro que cruzó por la vereda
no era un gato negro
tenía una pata blanca o unos cuantos
pelos blancos en esa pata negra
es más
era un gato blanco
con cabeza y cuerpo negros
tres patas completamente negras y una
casi toda negra
y no cruzó por la vereda
o nunca
debí haberlo cruzado.


Anónimo


Bien sabes de mi notable tendencia hacia los dobles
y de la desmesura que denota cualquier
totalidad. Que suponer aboliciones pedestres 
o divisar lumbres de barco
desde los talas de Berisso
encapsulan mi rabia
en una semántica de lo aleatorio.
Bipolaridad a dios
entero.


El buitre


Por el
desvanecimiento inicial
pasó el cuerpo magno con el fin de abrigar
jirones perfectos.
En ellos observé los ojos de la gente
y la gente, el vaticinio de la edad
del buitre. Todo inicio tiene algo
extravagante, lo sé.
Y concebí la idea de un alud
de tornaduras.


Desnivel 


Blanca
de ojo blanco.
Tarima de oquedad.

El mundo muere de lo nacido
en contemplación
de lo tumbado.

Bóveda templada
la belleza
roída.


En fin


Poesía
o malentendido
como si el muerto ocasional
se reconociera en un
extraño
y me escudriñara con su tono
vivificante.
 

Jardín


En una tarima blanca
fuentes de alpaca con moluscos en aceite de Oriente
además del ajuar en donde sobresale
claro está ese esqueleto lustroso
desproporcionado, patagónico.
Lo examinaste menos
que a las piedras caladas, conjeturo en Huerta Grande.
Los preludios de cualquier libro sagrado  
se apiñan primero en cielorrasos así
aunque salgas del museo del escritor muerto
y pérfida la órbita de lirios los crisantemos la
macabra, insólita espesura
de lo cerrado.


Tebas
 

Quien sepulte
colmillos de serpiente
para que emerja un ejército
luche contra sí mismo y
sobrevivan cinco
fundadores de Tebas
se priva de altibajos
más o menos constantes.


Conversión


Semidiós
si apura el paso
para vararse hombre.

Cada vez que
sustraigo
mi audacia terrestre.


Deshechos


Mientras camina semidesnudo, la ciudad se afina
en baletas de polímeros y vidrios en las que se
desuella un sol de por sí grumoso.
La belleza de un paisaje de harapos y de tiznes
dispuso alguna vez una poética de la desdicha.
Alguien debía allanar el sitio preciso en donde
no se usaría la palabra finalmente con tono
sacrosanto sin entrever la marcha subrepticia de
la historia. (Entre botellas humeantes y viscosas,
el poeta invade la solemnidad de ese momento
a través de la madurez modificada de nuestra
pereza).
 

Poesía
 

Asilo
en el rechazo.

Incomodidad
de lo
remoto.

 

Que la muerte
derrape en esta redundancia
y se salve de mi muerte.
 

Andrés Szychowski

Andrés Szychowski

Andrés Szychowski nació en La Plata en 1976. Publicó 17 discos de música africana (La Terminal Gráfica, 2009) y participó en la antología Si Hamlet duda le daremos muerte (La talita dorada, colección “Los detectives salvajes”, 2010). Los poemas de Casa Benoit pertenecen a La redundancia, su último libro (La Terminal Gráfica, 2011).